
Visita los 3 dólmenes de Villanúa
¿Qué son los dólmenes?
Los dólmenes son monumentos megalíticos que se han utilizado como tumbas colectivas. Algunos arqueólogos piensan que podrían haber tenido más usos, y los restos de gravados similares encontrados en varios dólmenes de diferentes países podrían incluso sugerir que había una religión común en gran parte de Europa durante el Neolítico, el Calcolítico o la Edad del Bronce.
La palabra «Dolmen» viene del Bretón : DOL = MESA y MEN = PIEDRA.
¿Dónde se pueden ver dólmenes en Villanúa?
En Villanúa se encuentran tres dólmenes, todos ellos de cámara sencilla y túmulo:
El dolmen de Diezcapanas (o de las Tres Peñas) y el camino viejo de Cenarbe:
El nombre de este dolmen «Diezcapanas» quiere decir en realidad «10 cabañas» en aragonés, con lo que podemos deducir que antiguamente había cabañas de pastores cerca del precioso paraje donde está construido.
¿Cómo llegar al dolmen de Diezcapanas?
Desde el centro del pueblo de Villanúa, se toma el Camino Orbil hasta rebasar el Viaducto de Cenarbe. Nada más superar la barrera que limita el tráfico, hay que desviarse por la pista que sale a mano izquierda y continuar por ella hasta llegar a una campa amplia. Al fondo de la misma sale el sendero que lleva directamente a Diezcapanas. La ruta tiene una duración aproximada de 50 minutos andando y es apta para realizarla con niños.
Excursión al pueblo abandonado de Cenarbe:
Tras rebasar el viaducto y la barrera que limita el tráfico, encontramos la señal del camino a Cenarbe. Cenarbe es un pueblo perteneciente al municipio de Villanúa, abandonado desde los años 50. A pesar de su avanzado estado de deterioro, aún se aprecia la belleza de su iglesia, de estilo románico (s. XII) y dedicada a San Pedro. Su esbelta torre campanario destaca por encima de las ruinas de las antiguas casas de los habitantes de Cenarbe. Solo se puede acceder al pueblo andando o en BTT. Desde el desvío al dolmen de Diezcapadas, hay que contar aproximadamente 1h30 andando para llegar a Cenarbe.
El dolmen de Las Güixas y la Cueva de Las Güixas:
El dolmen de Las Güixas es uno de los mejores conservados del Alto Aragón. Este monumento megalítico de época Neo-Eneolítica conserva una cámara funeraria completa, monolitos laterales y cubierta, mientras que el túmulo que la recubría está incompleto. Leer más
El dolmen de Las Güixas es el que tiene más fácil acceso desde Villanúa. Desde el CIN Subterránea, tomando el Camino de Santiago, son 15 minutos de tranquilo paseo, lo que lo convierte en un monumento idóneo para visitar con niños. Se puede estacionar los vehículos en el aparcamiento de la Oficina de Turismo.
El dolmen de Las Güixas se encuentra a 5 minutos de la entrada de la cueva de Las Güixas (de ahí que compartan el mismo nombre), en dirección a Canfranc Pueblo, y 15 minutos del CIN Subterránea (Centro de interpretación de la cueva de Las Güixas y Oficina de Turismo).
Para poder localizarlo con facilidad, lo mejor es preguntar directamente a la Oficina de Turismo o descargarse la ruta en el móvil con Wikiloc.
El dolmen de Letranz y la pista de los refugios de la Espata y la Trapa:
El dolmen de Letranz esta situado a unos 3 kilómetros de la localidad, junto a la pista de Collarada, que accede a los refugios de la Espata y la Trapa. Es visible desde la pista y se encuentra situado junto al muro de piedra que limita la pradera. Hay que tener en cuenta que el terreno anexo es propiedad particular.
Para más información sobre el megalítismo en el Pirineo, os recomendamos el Centro de Interpretación del Megalítismo de Hecho y sus visitas guiadas.
Información de la pista de Collarada y servicio Caminos de Collarada
¿Cómo se construyeron los dólmenes?
Dentro de las diferentes tipologías constructivas dolménicas, en Aragón hay una presencia casi absoluta del denominado «dolmen simple». Estas construcciones megalíticas están diseminadas en parajes naturales del Pirineo, por encima de los 700 m. de altitud.
Fase 1
Tras alisar el terreno se dibujaban unas zanjas donde insertar las losas laterales u ortostatos. Éstas mantenían su posición vertical gracias al uso de troncos a modo de palancas y al amontonamiento de pequeñas piedras, quedando un anillo pétreo alrededor de la cámara conocido como túmulo.
Fase 2
Se deslizaba la losa de cubierta con ayuda de cuerdas y rodillos por el plano inclinado formado por el túmulo. Creándose así la cámara funeraria. Ésta era la operación más compleja de todo el proceso.
Fase 3
Por último, había que ocultar la losa superior añadiendo tierra y otros elementos que aportaran cierto empaque. Habitualmente los túmulos se rodeaban de piedras semisoterradas en la tierra que evitaban el derrumbe del mismo. Estas piedras reciben el nombre de peristalitos.