El laboratorio natural de las Güixas

¡Estamos investigando en la Cueva de las Güixas! Puesto en marcha el proyecto “La Cueva de las Güixas: un laboratorio natural para la investigación”, que se desarrolla en colaboración con el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), la primera labor del mismo está siendo la monitorización de la cueva que se lleva a cabo desde julio de 2017. Esta se realiza para conocer sus parámetros ambientales, lo cual servirá de ayuda para la conservación de la cavidad, y con el objetivo final de investigar sobre su origen y evolución.

Se trata de un constante trabajo de recolección de datos y muestras.  Semanalmente se lleva a cabo la lectura y descarga de las estaciones de medición instaladas en la cueva, que permanentemente graban datos de temperatura, humedad relativa, concentración de CO2, intensidad de goteo desde las estalactitas y niveles de agua en el cauce.

 

También se realiza un muestreo de las aguas del interior de la cueva y se hace un seguimiento de la lluvia y nieve que cae en el exterior sobre la cavidad. Además en cada estación del año se recoge el carbonato que precipita en diferentes puntos de control.

Un laborioso trabajo de seguimiento que nos proporciona un montón de datos que luego debemos analizar.

En el laboratorio del IPE se realizan los análisis del carbonato y de las aguas para determinar su composición isotópica y en elementos traza. Con esto se busca relacionar como la señal ambiental actual se transfiere desde la lluvia hasta los goteos y queda reflejada en la composición del carbonato. De esta manera podemos saber cómo es el carbonato que precipita en la cueva en una estación del año determinada, más seca o más lluviosa, y relacionarlo con el clima.

Esta información es clave para poder interpretar un antiguo archivo muy valioso que se encuentra en el interior de las cuevas. Se trata de los espeleotemas, las formas de roca que han ido creciendo a lo largo del tiempo a partir del carbonato que precipita en el interior de la cueva y han ido registrando a modo de “caja negra” las condiciones climáticas de épocas pasadas.

Pero además otras pistas nos hablan de la historia de la cueva, formas en la roca, rellenos sedimentarios dejados por los ríos subterráneos,…

     

Gota a gota el agua ha ido creando este valioso paisaje subterráneo de la cueva de las Güixas. Paso a paso estos trabajos nos llevarán a conocerla un poquito mejor y a aprender a protegerla. Además aportaremos nuestro granito de arena a las investigaciones regionales del clima pirenaico.

 

por Reyes Giménez

Fotos: Sergio Laburu, Reyes Giménez.

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